viernes, junio 27, 2014

EL DIABLO ESTÁ EN LOS PLUSES…

Pensiones…

La idea es que sean un apoyo para las personas que se retiran luego de un largo periodo de servicio o trabajo; no es la idea que sea un reconocimiento por los altos méritos alcanzados, para eso están los premios nacionales.

Tampoco se trata de que vivan como ricachones y capitalicen sobre la base de un salario, sino que tengan un retiro digno y suficiente. 

En el sector público educativo, el magisterio pues, las pensiones se calculan con base en el promedio del salario de un cierto número de años de servicio, no por haber publicado libros, u otras labores educativas.

Las Universidades Públicas son parte del magisterio, y su sistema de pensiones es el mismo de todos los funcionarios de la educación.

En las universidades públicas se asciende en ‘carrera académica’ o profesional (equivalente al escalafón o Estatuto del Servicio Civil que rige a todo el sector público) según una serie de requisitos que incluyen años de servicio, grados académicos y similares, como publicaciones. Pero NO son méritos, sino REQUISITOS. 

En las universidades públicas, se pasa de ‘profesor 1’ a ‘profesor 2’ (o se les ha llamado 'profesor adjunto' o 'profesor asociado') y se llega hasta el máximo que es el de ‘CATEDRÁTICO’. Con grado de maestría, manejo instrumental de dos idiomas y 15 años (al menos así era hace 20 años) se obtiene el nivel máximo que es ‘catedrático’… 

El salario va subiendo en concordancia.

En las universidades públicas se incluye como parte del “tiempo servido” los años que el funcionario haya estado estudiando con beca de la universidad para obtener un posgrado y con un contrato para trabajar en la universidad por un cierto número de años, algo así como el doble del tiempo que se estuvo becado. También se incluye el tiempo servido en alguna institución pública con permiso de la universidad sin salario, como cuando un funcionario universitario es nombrado de ministro o en cualquier otro puesto, siempre que se mantenga cotizando al régimen de pensiones del magisterio.

Aparte de ello hay una serie de los llamados ‘pluses’ salariales que no son parte de la ‘carrera académica’, sino por otros rubros como en todo el sector público: anualidades (tiempo servido), dedicación exclusiva, prohibición, peligrosidad (en el caso de seguridad pública y otros similares) o en labores administrativas, todo lo cual puede hasta triplicar el salario base que se obtiene por 'carrera académica'.

Hay además, diferencias salarias entre las distintas universidades públicas, pagan más en unas que en otras por los mismos puestos y grados: un catedrático de la UCR gana más que su similar de la UNA, por ejemplo. NO se aplica lo de “igual trabajo igual salario” en las universidades públicas.

En consecuencia algunas pensiones para personas de edad similar, tiempo servido similar, grado o nivel en el escalafón similar, salario base similar y el mismo plan de pensión, pueden ser muy distintas, hasta ser cuatro veces más altas unas que otras, según los ‘pluses’ salariales que recibieran, por ejemplo, si ocuparon o no puestos administrativos, los que dan muy ‘buenos pluses’.

EL DIABLO ESTÁ EN LOS PLUSES…

Me pensioné luego de 35 años de tiempo de servicio, con el máximo grado de catedrático y mi pensión se calculó según el mejor de los planes, pues inicié mi cotización al sistema de pensiones del magisterio en 1973 y tenía entonces más de 20 años de cotizaciones cuando se hizo la reforma de 1995 y así quedó establecido en la ley: quienes tenían 20 años de cotizar en 1994 seguían igual.

Mi pensión me parece más que buena y más que suficiente; no creo que debiera haber pensiones de más de 5 mil dólares, la mía, SIN DEDUCCIONES, o sea el monto bruto SIN rebajas de ley, es de menos de 4 mil, pero es más que suficiente, tanto que me sobra y puedo ayudar a mis familiares que NO tienen pensión del todo.

NO me quejo de mi pensión, aunque obviamente eso está MUY lejos de las pensiones de más de seis millones, de hecho MENOS DE UN TERCIO de cualquiera de los de la lista que se ha publicado. 

Pero repito, NO me quejo, al contrario siempre estaré agradecido porque tengo una muy buena pensión que me permite cavilar en la hamaca… también sobre las pensiones.