martes, enero 07, 2014

Cavilando en la hamaca sobre política social.

Cavilando en la hamaca sobre política social.

En política social no basta simplemente decir que se continuará con uno o dos programas que han sido objeto de amplia propaganda y éxito dudoso, se requiere una propuesta integral que incluya desde la promoción del empleo en sectores críticos hasta los cambios demográficos que provocan nuevos sectores vulnerables y propensos a caer en situaciones de bajísimas condiciones de vida, concentrados en algunos territorios, etnias o género.

No se trata nada más de proclamar la 'erradicación de la pobreza extrema' (que es prácticamente imposible de eliminar pues hay pequeños grupos que no se pueden sacar de su estado, como indigentes y otros similares, por edad o localización), sino plantear cómo integrar en procesos productivos a sectores y territorios deprimidos; indicar como se fortalecerán procesos de integración productiva y empleos dignos, permanentes, estables con remuneraciones crecientes, en vez de concentrarse excesivamente en lo asistencial y erradicar los procedimientos clientelistas de la ayuda financiera de asistencia.

La política social no es solo qué hacer con lo asistencial, es impulsar la integración productiva de los que se encuentran bajo la línea de pobreza pero sin que esto se convierta en una mera meta publicitaria, pues los segmentos de ingresos que están inmediatamente arriba de la línea de pobreza son también pobres. De ahí que se requiera un enfoque territorial y de amplios segmentos, pero a la vez sectorial e integrando medidas de política económica, empleo y asistencia técnica, financiera y organizativa, además de adjudicar la asistencia económica (estricto subsidio gratuito) solo condicionada por la situación de extrema pobreza.

Es necesario contemplar la política de inversión en vivienda o infraestructura local como parte de la política social, utilizándola como palanca financiera y medio de creación de tendencias en territorios particulares, con, entre otros, la contratación local y generación de empleos temporales vinculados a capacitación técnica de jóvenes.

Frente a estas necesidades, plantear el viejo chiste de ‘declarar emergencia la pobreza’ es tan patético que parece sacado de un guión de “Stand-up Comedy”.


viernes, enero 03, 2014

Riesgo de Desastres…

Cavilando en la hamaca:
...otro gran ausente en los programas de gobierno.

Siendo un país altamente sísmico, lindando con grandes placas tectónicas en inmensos procesos de subducción y un territorio lleno de innumerables fallas locales; localizados en un istmo en medio de dos grandes océanos y sus eventos hidro/meteorológicos, en particular, claro, la temporada de huracanes o... procesos como El Niño; afectados por la variabilidad climática anual y los procesos de erosión costera relacionados con las grandes corrientes y cambios marinos; con una latitud de tan solo 10 grados norte, con más de diez volcanes en la cordillera que atraviesa el país entero de noroeste a sureste, desde donde las lluvias torrenciales bajan raudas de las faldas volcánicas a pocas decenas de kilómetros de las llanuras costeras y sus inmensos humedales o planicies inundables… y demás… pues evidentemente es este un país donde el simple habitar/producir, en cualquier sitio, implica riesgo de desastres en grado sumo.

No obstante, y recordando que se vive en la segunda década del Siglo XXI, el habitar en forma segura y la tecnología de la construcción adecuada a las circunstancias geológicas, geográficas o meteorológicas, no es un problema irresoluble; al contrario, hoy se puede construir inmensos aeropuertos internacionales en islas artificiales o la estación espacial internacional.

En consecuencia, da pena cuando no rabia, que todavía no haya un plan nacional derivado de una política nacional relacionado con el riesgo de habitar y una estructuración institucional que supere, pero YA (mejor ayer) a la básica atención de emergencias (no digo ‘simple’ porque no es simple la respuesta a emergencias, sino normalmente ardua, difícil y hasta heroica).

Si hay por ahí algunos planes y propuestas generalistas de política, vinculadas con documentos centroamericanos que no se han instrumentalizado y menos aplicado; pero no se ha diseñado y construido ni la política, ni los planes, ni los instrumentos y menos la articulación institucional que tome en cuenta las condiciones de partida (resumidas en el primer párrafo) y los procesos ya centenarios de transformación humana de esas condiciones a escala nacional, dado que tenemos más de dos millones de habitantes en el valle central y otros tres dispersos por las llanuras costeras y las faldas volcánicas. Ni siquiera existe un plan nacional de comunidades en alto riesgo y los planes de gobierno no vislumbran el diseñarlo, realizarlo o implementarlo y financiarlo.

Los planes de gobierno no contemplan, ni discuten en profundidad y con mínima seriedad, esta realidad cotidiana vinculada con la prevención y la organización institucional requerida para orientar el proceso permanente de habitar y producir, con una perspectiva mínima de cuenca/cordillera y un enfoque ambiental/regional que comprenda y reduzca en sus diversas escalas el riesgo de desastre y en correspondencia, la emergencia, la rehabilitación y la reconstrucción cuando los eventos destructivos provocan daños y pérdidas de todo tipo.

Mientras tanto… la CNE sigue ahí recibiendo regañadas de la CGR y los partidos políticos, todos, sí TODOS… bien gracias.

jueves, enero 02, 2014

Ausencias en los programas de gobierno

La política y la estructuración institucional del Sector Vivienda y Asentamientos Humanos (SVAH) es uno de tantos temas ausentes, o cuasi ausentes, en los programas políticos (de todos, si TODOS, los partidos), lo que es gravísimo dado que es uno de los sectores más importantes en la política social en general y también por su inmen...so impacto en la economía, ya que tan solo en ‘bonos gratuitos’ se adjudican anualmente varias decenas de miles de millones de colones.

El sector incluye toda la política relativa a la vivienda, tanto la de sectores pobres o muy pobres como los sectores de ingreso medio, pero además afecta a decenas de miles de trabajadores de la construcción y empresarios de diversos tamaños, muchos de ellos medianos y pequeños. Pero además, el SVAH incluye por ley y dadas sus instituciones a toda la planificación urbana/regional y en general el ordenamiento territorial del país, incluyendo zonas costeras y fronterizas.

El sector vivienda no solo incluye dos entes (INVU-MIVHA que controla el BAHVI), incluye otro grupo, igualmente frondoso, de programas y secretarías o comisiones que surgen y desaparecen cada tantos años y viven como ‘moro sin señor’, con amplia dotación de fondos públicos.

Mientras tanto, se continúa sin un plan nacional de desarrollo urbano, que la Ley 4240 indica debe hacer el INVU desde los años 1960s, tan solo hay unos escasos planes reguladores que se cumplen poco o nada y el gran esfuerzo del Plan GAM-82 se hace viejito sin que se logre concretar un instrumento mínimamente adecuado, a un nivel técnico aceptable y conceptualmente serio, en lo que se avanzó, pero insuficientemente, en el último año.

A la vez crecen los tugurios por diversos lados, en particular en las provincias y cantones rurales más pobres (como Limón, Puntarenas y Guanacaste), pero también crecen las cuarterías, barrios pobres urbanos y los grandes guetos de pobreza que se crearon 25 años atrás y pasaron de ser precarios a ser proyectos y ahora se deterioran sin final: Los Cuadros, Los Guido, Tejarcillos, etc.

En esta maraña institucional y de un, también frondoso, ‘Estado Paralelo’ en este SVAH no hay salida sin un total re-diseño y re-construcción del sector completo, incluyendo lo financiero, las entidades autorizadas, las fundaciones, comisiones y cooperativas, a partir de las concepción de una Política Nacional, pensada para lograr el ordenamiento territorial y la planeación urbana regional, a la vez que invertir en un programa de construcción de viviendas para cada uno de los sectores de ingreso que lo requieren, no solo los que tienen ingresos por debajo de la línea de pobreza. Pero con conocimiento que la inversión inmensa en vivienda implica un impacto enorme en el territorio que puede ser dirigido u orientado para marcar pautas claras en el uso del suelo nacional.

Una Política que utilice los fondos públicos, los del BAHVI y otros, como palanca, como brazo organizador y orientador del crecimiento urbano y genere inversiones habitacionales a la vez que externalidades en las regiones que los requieren, con amplia participación de los beneficiarios organizados y los pequeños y medianos empresarios locales, eliminando cualquier concentración o semi-monopolio, como los de hoy en unos pocos empresarios que hacen cajas de concreto.

Mientras algo así no se concrete, seguirá el uso clientelista de los fondos del BAHVI, que un año financian a los empresarios tugureros y otro a los proyectos de los candidatos a diputados, sin ton ni son, a la vez que la vieja institución del sector, la creada por una ley modernista e innovadora en 1954, el INVU, sigue decayendo y a los responsables del poder ejecutivo no les ocurre decir otra cosa más que "hay que reestructurarlo" una vez más, pues ya lleva como seis reestructuraciones en 25 años que no han sido mucho más que reducir su planilla.

Una ausencia tal en los planes de gobierno hará que quien resulte electo y los jerarcas o directores que designe se gasten el primer año indagando y tratando de hacer sin lograr comprender…