martes, octubre 14, 2008

You have all the mouth full of reason, dijo Max.


El país está inundado una vez más y todo sigue igual, una vez más. El vecino de Quepos dice que ya están acostumbrados, que al acostarse lo hacen pensando en el río, listos para saltar y subir las cosas, o si no, salir corriendo salvando a los niños primero. Otros muchos entrevistados dirán lo mismo. Entonces se llamará a ‘mantener la prevención’ a todas aquellas familias en ‘zonas de riesgo a orillas de los ríos’ y…

Desde el falso tsunami, el gallardo señor nos receta todos los días en tele sus ‘gracias al señor’ y los ‘bendito sea’ o, ‘el señor no lo quiera’, y nada más, aunque claro, si le preguntan, dice repetitivamente que tal dique ya se amplió y el otro río se está dragando y que hay comités por todo lado. Pero al día siguiente vemos los mismos diques rebasados y las mismas llenas en las mismas carreteras y hasta la maquinaria para la construcción del nuevo puente –que tiene casi una década de estar en proceso- flotando río abajo. Y mientras tanto la vida sigue su marcha y todavía estamos a medio octubre sin que las instituciones responsables planifiquen mínimamente las tareas y apenas respondan.

Los repetitivos comentarios de los entrevistadores y entrevistadas, con sus paraguas y capas los unos, con sus botas de hule –colibrí- y niños en brazos las otras, podrían ser sacados de los archivos de cualquier año en los últimos 20, son los mismos lugares, los mismos ríos, los mismos pueblos, barrios y puentes; cada uno en los meses que correspondan: cuando termine la cosa en el Pacífico y el Valle Central, seguirá el Caribe y la Zona Norte, como casi siempre, a menos que un huracán tardío lo junte todo y con su furia siniestra desate toda su amargura y sed de destrucción sobre los humildes habitantes (ciudadanos + inmigrantes) que sufren su ensañamiento con sumisa, pero valerosa, amargura.

Luego de las entrevistas a un par de políticos convertidos en expertos, o al revés, la dirección editorial del telenoticiario expresará su opinión normal: pobre gente, hay que hacer algo, esperamos que el gobierno ahora sí haga lo que dice, le daremos seguimiento, porque seguro va a seguir lloviendo más, verdad Max, porque ahora además, tenemos el calentamiento global y el cambio climático y con esta crisis que viene…

Y entonces… el experto de planta coincide:

¡Usted tiene toda la boca llena de razón!

¿En qué año pasó eso? no importa, igual sirve para la edición vespertina de hoy.

viernes, octubre 03, 2008

¡MISIÓN CUMPLIDA!


Qué cosa, no, uno que a veces piensa que hay personas que llegan a los puestos públicos para tratar de sacar la tarea, aunque ésta sea muy difícil, pero luego de nuevo plaff… el notición.

En días recientes vimos un cambio de mando en el MIVAH, forzado claro y muy fuertemente por la crítica, los reportajes y los hallazgos que muestran un gran aparato siendo utilizado esencialmente para impulsar la imagen personal del jerarca con fines electorales, entre otras bellezas. Un jerarca conocido de 20 años atrás por hacer cumplir a rajatabla las metas falseando las estadísticas, aunque ello implicara sumar fincas en verde como casas terminadas, llegando así a punta de triquiñuelas a casi duplicar el número total de ‘soluciones de vivienda’, con el fin de alcanzar el número mágico de 80 mil ‘viviendas levantadas y construidas’; haciendo una doble matanza, como en el beisbol, es decir, primero, inventando decenas de miles de soluciones que eran nada más ideas, proyectos o papel dibujado y, segundo, convirtiendo las soluciones en ’viviendas’.

No era de extrañar que hiciera lo mismo 20 años después con las mismas intenciones, pues la promesa de erradicar 20 mil tugurios no se logra en cuatro años sin una enorme inversión, un excelente equipo técnico y un conocimiento experto de la situación en todo el país. Pocos meses después del inicio del gobierno y en especial hacia el final del primer año, se vieron los primeros indicios de que se repetiría la fórmula del 86-90, cuando se lanzó la idea de reparar tugurios en el sitio, darles títulos a precaristas aunque tuvieran pésimas condiciones y dar un ‘bono colectivo’, para hacer arreglos en los viejos guetos de pobreza que habían propiciado veinte años atrás; o sea, no erradicar de verdad, sino de mentirillas para sumar estadísticas y cumplir la meta. No obstante, se disponía de al menos uno de los requisitos antedichos: mucho dinero que permitiría una enorme inversión, financiamiento extraordinario por el orden de los 20 mil millones en un año.

Las declaraciones de la nueva jerarca del MIVAH y el presupuesto 2009 provocan desagradables expectativas: por un lado, el jerarca de Hacienda reduce del nuevo presupuesto cualquier financiamiento adicional, y ahora, vivienda tendrá cerca de 20 mil millones menos, lo que pone muy cuesta arriba no sólo las promesas, sino construir algunas casitas, repartir algunos bonos, erradicar algunos tugurios.

“Vivienda sentirá el mayor ajuste pues pasará de un presupuesto de ¢21.843 millones para el 2008 a uno de ¢2.199 millones para el 2009. La diferencia es de ¢19.644 millones (90% menos respecto al 2008)”

Con ese notición ayer, que hizo decir a más de un amigo, pobrecita Clarita, la embarcaron otra vez (siendo uno bien pensado y asumiendo que de verdad iría a tratar de sacar la tarea), se esperaría que la nueva Ministra peleara el presupuesto para cumplir las metas. Pero no, la notica de hoy es que pidió que revisen los DATOS, no el presupuesto.

Que revisen los datos que le dejó el anterior jerarca, el maestro de aumentar y multiplicar estadísticas, porque le parece que se quedó corto. ¿Cómo? ¿Aquel señor Ministro del MIVAH se quedó corto? Bueno sí, revisarán los datos que dio de sus dos años para mostrar cómo se han erradicado miles y miles de tugurios más, y se han pintado otros miles y miles de tugurios, y se han dado miles y miles de bonos más, de manera que la meta a medio período está prácticamente cumplida.

Ahora sólo falta erradicar otras decenas de miles de tugurios con el reducido nuevo presupuesto, y ya, MISIÓN CUMPLIDA.

04-08-08