lunes, diciembre 19, 2005

PRIMER PRESIDENTE INDÍGENA DE AMÉRICA

Cuando en Costa Rica todavía muchos de los habitantes originarios siguen careciendo de tan siquiera una simple cédula de identidad, cuando a muchos se los sigue considerando ‘panameños’ para desentenderse de sus derechos y permitir la extra explotación que viene aparejada con la ‘inmigración ilegal’, cuando los habitantes originarios de Costa Rica son las víctimas consuetudinarias de la miseria, el aislamiento y la invisibilización, pero a la vez del abandono de todo el sistema de seguridad social construido para los otros habitantes nacionales desde décadas atrás. Cuando luego del impacto de las inundaciones de inicios del 2005 la situación sigue muy parecida a los días posteriores al evento, con escasa recuperación y mucho olvido; cuando las tierras de reserva siguen siendo robadas y ocupadas por los ladinos y todo tipo de inmigrantes no originarios –claro, los inmigrantes son ellos, no los indígenas que son habitantes originarios-, parece ser que finalmente el péndulo empieza a cambiar en alguna latitud de América.

Felizmente las tendencias positivas para la búsqueda de la política en el sur se consolidan y mientras muchos en nuestro país insisten en integrarnos más como neo colonia y se insiste también en las amenazas y el miedo frente a las posiciones que no sean las del modelo liberal de apertura total y entrega a las multinacionales de la toda riqueza humana o ambiental; en el sur se consolidan procesos de independencia, el cono sur se fortalece con la incorporación de Venezuela al MERCOSUR y ahora el pueblo de Bolivia elige a su presidente indígena, sindicalista y con un discurso absolutamente transparente de oposición radical al modelo neoliberal y neocolonial.

La campaña de la derecha y de los paniaguados de los dictadores militares de otros tiempos fue tendenciosa y destructiva, se utilizó el miedo y la amenaza de más miseria y destrucción total de la economía, se amenazó –y sigue la amenaza- con la desintegración del país y por supuesto con la ingobernabilidad; como si tal cosa no fuera lo que caracterizó a Bolivia durante las últimas dos décadas; proceso que llevó a la población cada vez más a organizarse para la toma del poder por vía del voto eligiendo a uno de los suyos.

La prensa y la televisión más empresarial –como en muchos lados, incluida Costa Rica- se enfocaron en destruir la candidatura del MAS y bloquearon su mensaje mientras soportaban e impulsaban al candidato de la derecha, exvicepresidente del dictador militar y presidente gracias al retiro por vejez del eterno dictador. Fue muy clara su ‘información’ tendenciosa y obstruccionista de la libertad de información. La prensa internacional de igual tendencia siguió llamando al actual Presidente Electo con el mote de ‘cocalero’, para seguir con la imagen destructiva, malintencionada e insinuante de narcotráfico y similares, y así descalificar al líder de los pueblos originarios.

Las encuestas y las empresas que las hicieron siempre se negaron a representar la gran ventaja que tuvo el MAS y siempre predijeron alrededor del 40% de los votos para Morales, seguido muy de cerca, de 3 a 5 puntos por debajo, muy parecido al margen de error, por el candidato de la derecha, su candidato, el de los empresarios, las multinacionales, los bancos y el gobierno de EEUU. Igual que en Costa Rica, las encuestas sirven para fortalecer al candidato preferido de los empresarios y las multinacionales, al margen de que las empresas encuestadoras aseguren que son profesionales, transparentes y ‘absolutamente éticos’, como dijo alguno.

Hoy sabemos que en Bolivia, el Evo de verdad originario obtuvo la mitad de los votos a escala nacional y más del 60% en La Paz y Cochabamba, con más de 15 puntos por encima del segundo lugar a escala nacional. Las encuestas que se utilizaron para fortalecer la candidatura y el PODEMOS de su candidato no lograron vencer la determinación de un pueblo acallado y explotado por más de quinientos años, muchos más, que está organizado y hará respetar su decisión en las urnas de la democracia liberal.

Ahora ya podemos decir:

Presidente Evo Morales, dirigente indígena, sindicalista y culturalista, esperanza de América.

Nuestros respetos.