Aunque todavía faltan muchos días de la presente
Administración Chichilla, la impresión es que no queda mucho por esperar de
ella, la administración, y menos aún de ella, la Presidenta; lo que no es
ninguna sorpresa y era perfectamente previsible desde su triunfo en las
primarias de 2009. Esa impresión
conlleva una mayor atención y expectativas en lo que pudiera ocurrir en las
próximas primarias del PLN, ahora al parecer, adelantadas para abril del 2013.
Con la última encuesta, aparece un reacomodo de fuerzas con
bastante distancia entre unos y otros nombres que se presentaron a los
encuestados, aquellos que afirmaron que votarían en esas primarias, fueran o no
miembros del PLN. Pero una encuesta no dice nada sobre las estructuras de base
y las cadenas que se organizan desde los dirigentes comunales hasta los que se
presumen ‘ministreables’. Esa es una
cadena usualmente clientelista y conlleva las propias interpretaciones de todos
aquellos que forman parte de entramado necesario para movilizar votantes. Muchos
de esos miles de dirigentes de toda la escala se preguntarán ¿quién ganará?, lo
que es un elemento esencial de la decisión a tomar para alinearse. En las
primarias se requerirá movilizar cientos de miles de votantes, no simplemente
preguntar a 1200 personas por quien votarían. Se requiere de aquellos que tocan puertas y
convierten la disposición en un hecho real los cientos de miles de votos
necesarios. Pero esos miles de movilizadores no están todavía alineados con
firmeza, pues todavía no hay respuesta clara a es pregunta clave de ¿quién
ganará?
La organización y la capacidad de movilización no es algo
que se construye fácilmente, no solo requiere tiempo, sino la disposición a colaborar
de esos que están desde tiempos atrás ahí en los puestos clave de la estructura
de base: los dirigentes comunales, futuros síndicos, regidores, alcaldes,
diputados y funcionarios de alto nivel en las instituciones. Si las primarias fueran a mediados del 2013 –como
ha sido usual- todavía sería muy temprano, pero con el adelanto de tres meses
ya es casi tarde para poder tener una estructura que abarque todos los cantones
y distritos electorales del país, que son miles. No obstante, buena parte de esa estructura
está ahí y se reorganiza con rapidez cuando alguien se perfila como ganador.
Así, las encuestas que reflejan convicciones personales de una muestra, no
dicen nada de esa posibilidad de un candidato para mover a ‘sus’ votantes y tampoco de lo que esas personas clave perciben hoy.
En 2001 un precandidato casi sin estructura venció por gran
diferencia a otro que controlaba toda la estructura organizativa y tenía el apoyo de su principal
líder. Ese pre-candidato, luego electo presidente, no necesitó mayor organización,
‘su’ gente se movilizó sola a votar, por sus medios, por la enorme diferencia
de atractivo entre un pre candidato y otro.
En 1978 también fue arrollador el carisma personal de quien finalmente
fue electo presidente, aunque su grupo era una coalición medio formada, casi una colcha de retazos.
Para el 2013, en el PLN, aunque parezca que hay un
precandidato que controla casi toda la estructura y otro que tiene mucho mayor
apoyo de la base, no hay nada decidido, se sigue a la expectativa incluso de la
decisión que tome otro presumible precandidato.
Tener la estructura hoy no
significa que se la tendrá en dos meses, tener apoyo mayoritario en las opiniones
no significa que se podrá movilizar a esas personas o que esas personas se
vayan a movilizar por sí solas masivamente, como sucedió con todas aquellas que
fueron entusiastas y felices a votar para elegir a la primera mujer presidenta.
Hay todavía tiempo, al menos de aquí a final de año, para
ver cambios, 'techos' que se alcanzan (o ya se alcanzaron a pesar de haber
gastado millonadas en el intento) y alianzas que se terminan de definir o
redefinir y precandidatos que prefieran ir por una vicepresidencia o la presidencia de la Asamblea. Todavía pueden surgir nuevos compromisos a futuro sobre temas clave en la economía o los cambios institucionales y hasta el visto bueno a grandes proyectos.
Falta todavía por saber quienes
finalmente irán a las primarias del 2013, quienes finalmente inscriban sus
nombres. Todo puede cambiar radicalmente, pues hasta ahora no hay una fuerza
suficientemente contundente como para decir que ya alguien es el próximo
candidato, y claro, dada la situación
caótica en la oposición al PLN, pues presumiblemente, el próximo presidente.
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